Ésta es una de mis peores pesadillas…
Hoy quiero hablaros de ése fatídico día en el que se presenta (normalmente tu mujer o tu madre) esa persona y te hace saber que te han invitado a una boda…
¡!!NNNOOOOOOOOOOO!!!!
Y es que las bodas son un coñazo totalmente. Son un coñazo para tu bolsillo, para tu estómago, para tu circulo de familiares y amigos y, por compromiso, para los novios.
Empecemos a analizar la parte económica.
En cuanto recibes una invitación de boda sabes a priori que te van a “sustraer” 500 euritos del banco en un solo día de un solo fin de semana.
Analisis completo:
Traje para la boda: Normalmente los hombres solemos “aprovechar” los trajes de nuestro armario intercambiando en cada celebración la camisa, corbata, zapatos, americana con vaqueros, hoy con chalequillo…etc…
Pero hay un momento en la vida en el que ya has agotado todas las combinaciones posibles (y por orden expreso de la parienta) debes de comprarte un traje. 200 euros aprox. Sin camisa ni ná de ná….
Traje para la boda (mujer): Normalmente los trajes de boda para las mujeres son algo más baratos que los de los hombres pero, ese no es el problema. El problema económico de la vestimenta de la señora de la casa no es el traje sino la cantidad de “chismes” con los que los adornan. Hagamos un breve análisis de ésta odisea carnavalesca:
Traje: 100 euros
Chisme para la cabeza (llámese pamela, tocado o yo que coño sé) : 100 euros
Bolso: 50 euros
Zapatos: 65 euros
Cinturón: 25 euros
Peluquería: 40 euros
(podríamos elaborar una lista más extensa de los productos femeninos pero éste blog tiene una capacidad limitada así que, vamos a dejarlo ahí)
En cuanto al “regalito” para los novios (que cada vez les cuesta más dinero a los pobrecitos) pongamos un precio normalito para una pareja que no tiene demasiada relación con los tortolitos. 200 euros (los dos claro, que la cosa está regular)
(voy a excluir a los niños en éste post porque si no, cuando os den una invitación de boda unos novios los vais a recibir a ostias)
Y ahora llega el convite.
Para empezar, una cervecita u dos como recibimiento acompañada de calamares, tortilla, empanadillas, queso, jamón del bueno (con suerte), gambas rebozadas y cualquier cosa comestible sumida en 3 kilos de rebozado y litro y medio de aceite.
Bien, para cualquier persona, con lo ingerido anteriormente, tendría ya el 80 % de las grasas, calorías, vitaminas y demás historias necesarias para el cuepo, sólo con el entrante….. Pero como la boda no ha acabado, vámonos para el interior del convite.
Nos sentamos ante un plato de jamón ibérico, queso, caña de lomo, rosquitos y una encrucijada de copas (de las que sólo usaremos dos y porque una se la lleva el camarero sin que te des cuenta)
Hacemos buena cuenta del jamón y demás entrantes porque, entre otras cosas, los novios te han puesto en una mesa apartada (al no tener mucho roce con ellos) en la cual hay sentado todo tipo de personajes que por un motivo u otro no “sientan bien” en otras mesas, pero eso es harina de otro costal y los dejaremos para más adelante)
Ya hemos terminado con los entrantes y ahora llega ….. ¡!!EL MARISCO!!!
Gambas de 3ª calidad por doquier para que te pongas ciego!!!
Pero como estamos en una mesa de extraños comemos con pudor ya que sentimos vergüenza tras la cantidad de cascaras de gambas que dejamos en el plato que van formando una montaña y, en ocasiones, no ves al invitado de enfrente sino a una cabeza de gamba mirándote a los ojos….
¡!PLATACO DE CANNE CON SARSA!! ….. ¿tienes hambre? ¿no? Da igual. Te lo vas a comer de todas formas. Como mínimo lo pruebas para acabarte la copa de rioja y, cuando te das cuenta, te has metido entre pecho y espalda un medallón de solomillo en salsa con patatas panaderas que, tras ingerirlo te limpias la boca con el mantel ya que se te ha caído la servilleta al suelo y no tienes narices de agacharte a recogerla …
“¡!Uy cariño, prueba el sorbete que es muy ligerito!!”….. (como si el sorbete pudiera arreglar la “panzá” de comer que llevas)
Unas 4,5 horas más tarde aproximadamente de cuando empezaste a comer te sirven la tarta… (a veces me pregunto por qué no la tiran a la basura directamente)
A todo lo anterior nombrado hay que sumarle una copita de champang, un puro, una caja de cigarritos para tu mujer, los 5 cubatas de la barra libre, los montaditos de lomo de la barra libre, una caja de bombones helados para después de los montaditos y, seguramente cuando llegues a tu casa, encima, comas el resto de ensaladilla que queda en el frigorífico.
No sólo tenemos 500 euros de menos en el banco sino que además tendremos colesterol a raudales, un hígado que llegó al borde de un ataque de nervios, el niño con el labio inferior roto, los pies de tu señora extrañamente atrapados en unos zapatos 16 numeros menor…
En fin, que si no fuera porque hay bodas que nos importan de verdad y nos lo pasamos bien (como en la de los amigos y…. y… y la de los amigos), invitarnos a una boda estaría tipificado en el código penal civil como una sanción administrativa por delinquir e incumplir la ley.
...adios mamones!!