EL VECINO DE TUMBA DE JIM MORRISSON





Hola. Mi nombre es Enrik Busmuck. Tenía 48 años cuando sufrí un ataque cardiaco que me provocó la muerte en cuestión de segundos y así fue como llegué hasta aquí. Hasta el cementerio más grande de París.

El cementerio de Pere Lachaise es conocido mundialmente por la cantidad de personalidades que se encuentran enterradas en él. Aquí puedes ver en una misma esquina los espíritus más disparatados. Poetas, escritores, cantantes, políticos, ministros, premios nóveles, y una lista interminable de etcéteras, pueblan éste rincón del mundo sereno y tranquilo en un barrio olvidado de París.

Aquí llegué allá por el año 1962 para darme sepultura en un ambiente frecuentado por los más grandes de la época: Oscar Wilde, Camille Pisarro, Sully Prudhomme, Jean de la Fontaine…. Y otros actores, poetas, políticos, artistas de todas las nacionalidades y razas.

Hasta aquí todo bien. Cada noche salía a pasear y a disfrutar de la tranquilidad y el clima primaveral de París, nos metíamos en algún panteón abandonado para dar rienda suelta a nuestros conocimientos intercambiando impresiones entre la más célebres e importantes personalidades allí enterradas que, al caer la noche, surgían de sus nichos con la vitalidad y el entusiasmo que los caracterizan.

Recuerdo las noches en las que nos visitaba alguna pareja de novios dejándose llevar la pasión de la noche parisina, para poder dejar rienda suelta a su pasión, cuando salíamos de detrás de los bustos, tumbas y aledaños, dándole un susto de muerte e inmortalizando la cara de los asustados a través de una polaroid que siempre llevaba a mano Oscar Wilde… ¡!Que buenos momentos aquellos!!

Pero entonces recibí la noticia...

Iba a tener vecino nuevo.

Por lo visto era un cantante de renombre muy conocido en América y Europa. Conocido especialmente por su buena música pero, además, por su incorrecto comportamiento en cualquier tipo de medio audiovisual… Y por supuesto no podemos dejar de mencionar su mala educación, el tipo de vida destructiva que lleva y la promiscuidad tan elevada que desata éste maleducado “artista”.

Su nombre es Jim Morrisson.

Pues si. Me tocó de vecino de tumba. Yo llevaba enterrado casi cinco años antes de que trasladaran a éste sujeto al lado de mi sepulcro. Para entonces, yo tenía muy bien delimitadas las fronteras de mi terreno, tenía sembrada una variedad de plantas autoctonas muy creciditas, tenía unos agujeros hechos para que los pajaros anidaran y todo limpito, ordenado y muy cuidado.

Pero de repente, me di cuenta de que ya no venían los pájaros, que mi pequeño “huertecito” estaba pisoteado, que había botellas de licores esparcidas a lo largo de mi propiedad y “su propiedad”… Incluso he visto parejas “copulando” en los alrededores del busto que encabeza la tumba de Jim….

Porros, cocaína, peyote, opio, marihuana, música a todo trapo, licores, ropa interior y todo tipo de “cosas” que no se suelen traer a un cementerio, Todas, absolutamente todas se dan cita cada fin de semana en la tumba de Jim.

Ya nos hemos reunido varios muertos del cementerio para quejarnos de las ruidosas concentraciones de jóvenes que se vienen sucediendo desde 1.971 (año en que murió Jim Morisson) pero para nuestra sorpresa, todos los presentes de Pere Lachaise están conformes con tener a éste impresentable entre nuestras sepulturas.
Lo esperamos día y noche para ver si lo vemos entrar o salir de su tumba pero ya nos han dicho muchas personas que éste personaje, para colmo, no está muerto. Jim Morrisson vive en un camping de bungalows junto a su mujer (Pam) y varios amigos como John Lennon, Elvis Presley, Michael Jackson y algun que otro más desordenado de su especie.

En fin, sólo nos queda que lleven su tumba a una fosa común por falta de pago y poder seguir muriendo dignamente.

Atentamente, Enrik.